lunes, 12 de mayo de 2008

LAS QUE UNA VEZ FUERON NUESTRAS CALLES



Cuando camino para hacer una pequeña gestión, distraída, con o sin cascos, pero tan dentro de mí que soy incapaz de sentir el ruído de las calles , de la ciudad, a veces sin querer viene algún recuerdo, delante de un escaparate, de un comercio, de la librería....

Recorriendo las que una vez fueron nuestras calles, las de aquí o las de allí.......
Sé que no se le debe ni se puede echar la culpa a nadie de lo que sucede... de lo que a veces sin querer, o sin saber hacemos...

Antes acostumbraba a sentirme desgraciada cuando acontecían cosas que no imaginaba que me pudieran pasar a mí, pero ahora soy más rápida despachando mis errores, los fallos que voy cometiendo...les pongo fácil solución, sin apenas lágrimas, lo más rápido posible , sin esperar que nadie analice mis problemas o trate de echarme una mano...hace tiempo que no espero casi nada de nadie...NI de mí misma!

Descubrí, que hay cosas que sólo pueden suceder una vez, perdida la oportunidad , perdido... y ya está...
Las lamentaciones son muy pesadas, demasiada carga para seguir con los planes que al fín tracé para mí.... por encima de todo yo... yo y mis decisiones...

Así que me siento bién a pesar de todo, a pesar de saber que seguiré equivocandome...
al menos ahora conozco algunas armas, tretas para que todo cueste menos, para que las recuperaciones sean más rápidas...
El círculo que necesito a mí alrededor , cada vez se hace más pequeño